5 jun 2014

Enredadas#Argentina

Derechos de las Mujeres, Violencia de Géneros: Presentación"Maltratadas"



Por Lic. Laura Berardo


Docente UNLZ / Universidad Nacional de Lomas de Zamora
Sub Directora Estudios Legislativos en Seguridad Ciudadana Senado Bs As
Vice Presidenta del Consejo Provincial de las Mujeres (2006-07)

Fortaleciendo Los Derechos De Las Mujeres Y Proponiendo Políticas Sociales Para Erradicar La Violencia De Genero. Presentación Del Libro “Maltratadas” De Mariana Carbajal


Desde los Seminarios brindados por las Licenciadas Laura Berardo, Ivanna Rezano y Andrea Serrizuela de “Equidad de Género y Construcción de Ciudadanía” y “Periodismo con Perspectiva de Género” organizamos la presentación del Libro “Maltratadas”, con presencia y exposiciones de su autora, la periodista Mariana Carbajal y l@s también docentes de esta casa de estudios Lic. Nora Pulido y Dr. Alfredo Grande.

Con la bienvenida del Vicedecano Lic. Franco Lavolpe, la Secretaria de Extensión Universitaria Lic Agustina Pan y la participación de un diverso auditorio de 120 estudiantes, profesionales y militantes de género pertenecientes a la Unlz, Unla, Uba, Colegio de Trabajadores Sociales de L. Zamora, Colegio de Abogados de Lanús, Centro de Formación Profesional 406, Unite, Caba, Epb nº 65, Niños del Viento, Municipalidad de Echeverria, Hosp. Gandulfo, Ministerio de Salud de Provincia Bs As, Indep, Ate, Ep nº 95 l. z., Esb nº 59 La Ferrere, Mujeres del Sur en Proyecto Nacional, Danone, Delegación San Jose, Coop. 8 de octubre, se intercambiaron ideas vinculadas a lo expresado en el libro y a pensar acciones colectivas hacia la erradicación de la violencia de género.
Nos introdujimos partiendo de los objetivos de los seminarios sobre contribuir a que la Facultad este inserta, produzca conocimiento y construya propuesta de abordaje sobre las problemáticas sociales que la atraviesan, al igual, que aporten la perspectiva de género en la formación pre profesional de los estudiantes de disciplinas en ciencias sociales que allí se forman. 

Iniciamos el análisis sobre la constitución histórica de sistemas sociales desiguales en donde orgánica y culturalmente las mujeres somos subordinadas a la cosmovisión, construcción de imagen, lugar social y toma de decisiones de los varones.

Identificamos la violencia física con la vulneración de los derechos civiles, problematizamos el concepto de violencia en relación a la crueldad como sistematización de acciones para generar sufrimiento en el otro/a, calificamos al sistema patriarcal como asimétrico, entre otras varias causas de la violencia de genero asimilable a una pandemia.

Los contenidos del libro pudimos valorarlos como una importante contribución a desnaturalizar mitos instalados socialmente sobre la violencia que padecemos las mujeres en dichos tales como: “la violencia de género es cosa de pobres”, “no hay que meterse en los problemas de pareja”, “no importa cómo, lo importante es denunciar”, “solo las mujeres ignorantes y sumisas son maltratadas”, “si no hay golpes, no es violencia”, “si se queda es porque le gusta que le peguen”, “los hombres son violentos por naturalezas”, “al informar sobre femicidios, los medios de comunicación siempre contribuyen a prevenir la violencia de género”, “el amor en la adolescencia no es violento es apasionado”.

Pues el relato y análisis de historias de vida de mujeres sobrevivientes, desarrollado por la autora, demuestra que estas son “falsas verdades” construida en una sociedad culturalmente machistas. Los relatos no son solo de mujeres pertenecientes a sectores pobres económicamente sino también a mujeres de sectores sociales medios, altos, con formación universitaria. Son casos testigos de las 113. 028 denuncias registradas en las 64 Comisarías de la Mujer y la Familia de la Provincia de Bs As durante el 2012 y de las 931 denuncias realizadas en la Oficina de Violencia Domestica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo que nos demuestra que este no es un problema privado sino un problema social que debe jerarquizarse en la agenda de estado. 

Las atroces formas de violencia física que se observan en cada situación relatada es solo una de las expresiones más extrema del circulo de la violencia que padecen las víctimas, pero hay otras, caracterizadas y sancionables por nuestra ley nacional 26485 de protección integral de las mujeres como ser la violencia psicológica, económica, patrimonial y sexual que preceden y/o persisten a cada hecho de violencia física.

Para cada una de estas mujeres fue difícil alejarse de su victimario hasta lograr pedir ayuda, ya que su responsabilidad en relación al cuidado de sus hijos, la falta de oportunidades para la autonomía económica y el acceso a la vivienda propia, la progresiva destrucción de su autoestima y salud mental, el miedo actuando como opresor y la sensación de desprotección por parte del estado fueron obstaculizadores para que dichas mujeres se atrevieran a terminar con ese vínculo de padecimiento producto de las violencias ejercidas por sus parejas o ex parejas. En estas situaciones la denuncia es solo una instancia del proceso de cambio, que requiere de acompañamiento para evitar revictimizaciones y permitir que la mujer pueda ir resolviendo otros aspectos de esta problemática multicausal.

Los medios de comunicación, entre otras instituciones, pueden ser reproductores o interpeladores de estas estructuras naturalizadas y hegemónicamente machistas. El tratamiento de los contenidos de la noticia de un femicidio promoviendo contenidos discriminadores y sensacionalistas, o, visibilizadores de la desigualdad con información para prevenir y/o asistir, puede reproducir la violencia hacia las mujeres o condenarla respectivamente. La violencia sexista ejercida con distintos niveles de sutileza, como algo legitimado en la sociedad, es caldo de cultivo para que los varones asimilen naturalmente modos de relación con las mujeres donde pueden verlas como objetos de su posesión. Por otro lado, el amor romántico e idealista en la adolescencia basado en los celos y en exigencias de “demostraciones de fidelidad, son también, formas de violencia encubiertas necesarias de visibilizar para la prevención social.

En la búsqueda de la construcción de propuestas de estado, los aportes del libro nos permiten fundamentar la necesidad de profundizar el diseño de Políticas Públicas que materialicen los principios, objetivos y directrices de la Ley Nacional 26485 a través de mayores presupuestos para extender nacionalmente experiencias de acceso a la justicia y asistencia como las de la OVD de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el Programa de “Las Victimas contra las Violencias” del Ministerio Nacional de Justicia y Derechos Humanos.

También acordamos que debemos incorporar en el debate y reclamo de Seguridad Ciudadana políticas urgentes que prevengan y sanciones la tragedia de padecer 1 femicidio cada 30hs en la Argentina. Esta reflexión nos muestra claramente la tensión de ponderar el tema en la agenda del estado provincial cuando vemos que el Gobernador Scioli priorizo invertir 600 millones de pesos en la emergencia en seguridad pública orientada a los delitos vinculados a la propiedad privada, adeudando, hace un año y medio, la reglamentación e implementación de la Emergencia Publica en materia social por violencia de género, proyecto elaborado por la Diputada Karina Nazabal en conjunto con las organizaciones sociales de mujeres y enviada al poder ejecutivo por el Presidente del Senado de la Provincia de Bs As, Gabriel Mariotto, cuando fue votada en octubre del 2012. 

El mismo debate debemos dar en el Poder Judicial de la Provincia de Bs As cuando desde la Procuración General, dirigida por la Dra. Falbo, no se crean los protocolos necesarios que garanticen los procedimientos judiciales establecidos en la Ley Nacional de Protección de Mujeres, para que todos la/os fiscales y operadores de las fiscalías temáticas vinculadas a la violencia de genero de 19 departamentos judiciales, eviten respuestas equivocadas o denuncias e investigaciones archivadas por no incorporar criterios tales como “la amplitud probatoria” planteados por la Ley nacional 26485 (art 16, inc. I)

La batalla cultural por construir relaciones más igualitarias entre varones y mujeres, como el empoderamiento en sus derechos, la participación social, política y el control ciudadano del estado son estrategias fundamentales a desplegar para profundizar la democracia. Denunciar públicamente a los funcionarios que naturalizan las injusticias hacia las mujeres, comprometer al estado en cumplir sus obligaciones constitucionales y la garantía de los derechos humanos para ellas, es fortalecer políticamente la construcción de caminos de Justicia Social en marcha y tan anhelados todos y todas.


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